Tuesday, October 30, 2007

Saludos Wolton.




Über Combo en´locico.

Bueno, desearía que esta semana hubiese partido, o en realidad, terminado mejor. Sin embargo, maldito momento, me he ganado un combo en el hocico por ser la diferencia, me lo he ganada por ser la alteridad, me lo he ganado por ser “el otro” del que Dominique Wolton tanto se llena la boca hablando. A fin de cuentas sabía que tenía que haber una trampa en algún lado. Slavoj Zizek ya lo decía, “el multiculturalismo es neoliberal”, y tenía toda la razón. Caminaba yo, junto a Daniel y el “otro” Rodrigo, que obviamente no soy yo. Estábamos terminando una noche que había sido demasiada buena, y así lo era. Hasta que de repente veníamos caminando, los tres, por Rundle Street, cuando nos encontramos con un grupo de ocho Australianos, entre ellos una mujer. Nosotros íbamos comiendo una cosa que se llama “Yiros”, es muy parecido a lo que el “Kentucky Fried Chicken” vende en Chile bajo el nombre de “Twister”, pero el “Yiros” es de procedencia griega. Uno de los ocho Australianos le tiró un combo a Daniel – mi amigo Peruano - y todo lo que diga en garabato de ahora en adelante lo dije en Ingles. Así que me doy vuelta y le digo al weon que tiró el combo:

- ¿Qué te pasa conchetumare que le tiraste un combo a mi amigo? ¿Qué mierda te creis weon? – y como consecuencia todo el grupo de Australianos se da vuelta y nos empieza a echar la “foca”.
- El weon me responde: ¿Cómo qué que me pasa? – mientras todos empezamos a discutir con todos. La situación se vuelve confusa, hasta que en un momento la única mina del grupo de Australianos se da la vuelta y les dice: - Vayamonos, filo con estos weones.
- En ese momento uno de los weones – un Australiano le estaba echando la “foca” a Rodrigo( que no soy yo) – se acerca a mi y me tira un combo en el hocico.

A decir verdad, no se que mierda esperaba el Australiano de mierda, al parecer esperaba que pasara lo mismo que en las películas, que me cayera al piso después de su combo, pero al igual que un fantasía que se cumple – la cual se vuelve insoportable – no me caí. Si no que, al contrario, me pega el combo y me quedé parado, me limpié el labio – de mi propia sangre – y le dije: ¿Pero que mierda te pasa basura blanca y la conchetumadre? ¿Con que derecho me pegai un combo en lo´cico gringo y la puta que te pario? – en ese momento la mina – del grupo de Australianos – se puso entremedio del weon que me pego. Acto seguido, los amigos se lo llevaron luego, lejos de mi, y la mina me contenía para que no fuera a pegarle. Estúpidamente, el weon que me pegó el combo, se devuelve y me dice: - Disculpa, lo siento. – a lo cual yo replicó - ¿Cómo que disculpa conchetumadre? – y los amigos se lo llevan de vuelta.

Daniel y el otro Rodrigo me pescan y me dicen: - Ya weon, filo si el weon anda drogao o curao, da lo mismo. Y ahí me quede yo, con el labio ensangrentado y seguí comiendo mi “Yiros”, pateando la perra, muy emputecido, y por mientras maldecia y me enputecia en contra del maldito de Wolton. El cual siempre llama a respetar a la alteridad, y me preguntaba: ¿Alguna vez este weon de Wolton se habrá llevado un combo en la cara, precisamente por ser la alteridad de la cual tanto habla?

Podría apostar que no es así, que Wolton llama a respetar la alteridad con tanta facilidad precisamente, por que él no es la alteridad, por que él no es el “otro”, por que no es extranjero, por que él no es la diferencia. Saludos Wolton, donde quiera que andes defiendo el “multiculturalismo neoliberal”.

Wednesday, October 24, 2007

Über Carrete.

Sobre el “carrete”…..

Mis últimas experiencias de carrete han sido “notables”, parafraseando a una amiga. Una de las primeras cosas que me llamo la atención estando acá es la “producción” que requieren los eventos. Es decir, los fines de semanas los jóvenes australianos se “producen” de una manera increíble, las mujeres se visten con tacos altos, carteras pequeñas, y peinados extravagantes. Los hombres por otra parte, con poleras apretadas, pantalones de jeans o de vestir, y estoy hablando en términos generales, por supuesto que hay una minoría que no se viste de la manera que describo, pero así y todo no dejan de ser “producidos” dentro de su estilo “alternativo”. La extrema producción atraviesa todos los estilos modales, cualesquiera que estos sean. Otro punto que me llamo la atención es que, no siempre, pero al menos unas cuantas veces en una noche, es posible apreciar por el CBD (Central Bussines District) – entiendase centro - limosinas llenas de jóvenes que se dirigen o vienen de algún evento – y no necesariamente corresponde al archi-visto ejemplo de la película gringa en la cual los jóvenes que se gradúan van a su fiesta en limosina. Además es muy fácil ver a personas – adultos jóvenes, e incluso mayores de 40 y hasta 50 años – “carretiando” en un local donde la mayoría de los asistentes no rebasa los treinta años. Por supuesto que dichas conductas para el “Adelaideano” no representan punto de inflexión, es algo que esta aceptado “socialmente”. Otra cosa que esta aceptada “socialmente” es lo que se conoce como “One Night Stand” – en buen chileno, “polvo de una noche y chao” – y he aquí una diferencia radical entre las culturas. Mientras que en Chile, algunos de los hombres que sostienen una relación por una noche con una mujer, al día siguiente se preocupan de llamarla por teléfono, enviarle un mensaje de texto o algo por el estilo, en Adelaida – al menos -, esto no se acostumbra. Y un ejemplo cercano es el de un conocido que “atino” con una mina de Tazmania – vale recalcar que solo se besaron, por largas horas, pero solo eso -, al día siguiente el hombre en cuestión llamó a la amiga de la mina de Tazmania para saludarlas, o algo por el estilo. Nuestra amiga le comentó esto a la mina de Tazmania y esta extrañada le pregunta: ¿Y para que me quería llamar?

Otra cosa que es diferente es que la acá no se saca a bailar a las minas, tenis que llegar y pararte al lado y ponerte a bailar no mas, y si la mina te hace un espacio quiere decir que acepto, o que esta bailando contigo, además que no faltan los hombres que le compran copetes a las minas, la mayoría de las minas obtiene copetes gratis de esta manera, por supuesto que no es mal visto “socialmente” que una mina tome tanto como un hombre, de hecho les da lo mismo, en este sentido ambos géneros pueden tomar de igual a igual, lo cual ciertamente no representa una libertad. Las mujeres son mucho mas liberales sexualmente, en comparación a Chile, aunque se que en nuestro país pueden ser igual de liberales en este sentido, no hay necesidad de recurrir al doble estándar que nos caracteriza, acá las minas no se hacen las santas para después sacar las garras, no tienen que andar ocultando, al menos en este sentido, su femineidad – que alguna feminista me corrija por favor, se que la libertad alcohólica y sexual no representa igualdades entre los géneros, sin embargo, acá no he escuchado jamás que alguien le grite en la calle a una mina “mijita rica” o “guachita carnua”, como ya he comentado antes, esto esta penado por la ley, si una mina considera que un comentario es vejatorio lo único que tiene que hacer es decirle a un paco y al hombre en cuestión lo pueden multar.

El único contrapunto es que los carretes duran hasta máximo las cuatro de la mañana, no hay after hours, son muy pocas las micros que andan a esa hora, así que hay que moverse en taxi, no venden comida en la calle, pero si hay locales abiertos para el bajón. Respecto al alcohol no creo que en ningún otro país, a excepción de Chile, sirvan tragos con tanto alcohol. La mayoría de los bares cuenta con medidas, ya sean “tapitas” o cosas por el estilo, así que hay que tomar como diez ron con coca-cola para poder sentir que se han tomado dos de allá. No hay pisco, y por lo general el vodka se toma con redbull, los tragos mas elaborados pueden llegar a costar hasta 20 dólares australianos, unos 8 mil pesos chilenos. La cajetilla de cigarros cuesta entre 10 y 12 dólares australianos, unos 4 mil a 5 mil pesos chilenos, el ron con coca-cola cuesta más o menos 9 0 10 dólares, un “pint” de cerveza – vale decir un vaso – cuesta 5 o 6 dólares, y una botella de “Corona” vale 7 dólares, hay que tener en cuenta que el sueldo mínimo por hora fluctúa entre los 12 y 17 dólares la hora, entre 5 mil y 8 mil pesos chilenos la hora, y que Australia es un país con una economía de 1.1 trillón de dólares al año.
Continuara.....................(Espero)

Monday, October 15, 2007

"La estrella solitaria"

Sobre el 22 de Septiembre.

Por razones de tiempo y disposición de Internet no había podido escribir esto antes. Resulta que aquí en Adelaida las fiestas patrias se celebraron el fin de semana siguiente al que correspondía en Chile. Por razones obvias acá no hubo fin de semana de 5 días. Irónicamente la comunidad Chile se junto en un club polaco que les fue facilitado para celebrar el 18 de Septiembre. Se vendieron empanadas de pino, vino, cerveza importada pero no chilena, Churrascos Italianos y “Completos”, no hubo ni chicha, ni carne asada ni anticuchos, ni nada de eso. No hay nada mas Chileno que la cerveza “Corona” – de México - y los “Completos” – una invención gringa. Pero bueno, se escucho harta cueca, y se hizo un show con distintos bailes típicos del país. Además, hubo distintos bailes del resto de Latinoamérica, puesto que, no solo había chilenos ese día, también asistieron hermanos Peruanos, Venezolanos, Argentinos, Colombianos entre otros. No falto por supuesto la típica cumbia chilena, eso si que no, no hay fonda o celebración de la nación chilena sin su cumbia respectiva. Los asistentes además tuvimos la oportunidad de ver un mensaje, en formato de video, de nada mas y nada menos que la Presidenta del país – el cual espero subir en alguna oportunidad a Youtube.com puesto que es el mensaje que se emite para todas las colonias que se encuentran fuera del país, aunque el termino colonia es más bien para aquellos que van a conquistar un territorio, prefiero la palabra colectividad chilena. Y ahí estaba la colectividad chilena, que honrada debía sentirse, por que incluso contó con la presencia del embajador del país en tierras Australianas, el cual no hizo más que hablar de los avances económicos entre ambas naciones, y lo importante que es el dar una “buena imagen en tierras lejanas por que somos los portavoces de Chile al mundo”. Y aún recuerdo que en una entrevista de trabajo una de las reclutas para el cargo que estaba postulando hizo la siguiente pregunta: “¿Por qué creen ustedes que nuestra empresa no tiene representantes en estos países? – y apunto con un puntero laser al continente africano y luego al sudamericano – y una de las mujeres que estaba conmigo postulando también respondió – “Por que son países pobres y no tienen recursos para comprar el producto ofrecido”. Que portavoces ni que ocho cuartos, los Australianos no tienen idea de donde esta Chile, de hecho no se si mucha gente lo sepa, pero los Australianos no saben mucho de su propia historia, lo cual es contradictorio, es más no tienen cursos de historia en el colegio, al menos no como nosotros los tenemos. No se si eso es bueno o malo, y no me interesa aclararlo, solo me llama la atención. Paradójicamente la mina que respondió la pregunta no era Australiana, sino que era Europea, exactamente de Bruselas, Bélgica. E irónicamente de los que estábamos en aquella sala, solo ella y yo fuimos seleccionados. Al tiempo trabajaríamos juntos por una semana – luego yo renunciaría a dicho trabajo – y le explique una serie de cosas de nuestro país y otras tantas de nuestro continente, la mina tenia un nombre tan complicado que teníamos que llamarla por una abreviación de este, el cual se escribía así: Luka – también le explique que la abreviación de su nombre es un modismo referencial monetario en nuestro idioma. Siguiendo con las celebraciones del 22 de Septiembre, ahí estaba yo tomando con una manga de ingenieros jóvenes que acá trabajan en la minería, la mayoría estaban aquí solos. Sin embargo, también me encontré con gente que lleva 20 o 30 años acá, la mayoría se ganaron “la beca que les dio el viejo Pinocho” – como les gusta decir a algunos. Otros vinieron es búsqueda de mejores oportunidades, de aquellos inmigrantes sus hijos son Australianos y para mi sorpresa no hablan nada de español, son totalmente Australianos. Lo que más me llamo la atención aquel día fue el comentario de un capataz de la construcción – y el recalcaba que acá no le dicen así, sino que le dicen “Jefe de Grupo”. Él me decía: “Sabis lo que más me gusta de acá ¿Cómo te llamai? ¿Rodrigo? – se auto respondía y yo asentía con la cabeza. “Lo que más me gusta es que yo trabajo en construcción y tengo vecinos que son abogados y vecinos que son doctores, no vis que tu cachai que aquí en Adelaida no hay barrios exclusivos, eso es lo que me gusta, no hay formalidades”.